Cuando el juego se convierte en deporte.

    A la edad de 12-13 años casi todos los alumnos ya se han decidido por un deporte.

    Los motivos por los que un alumno se decide por un deporte u otro son diversos. En la mayoría de los casos, los alumnos empiezan la práctica de un deporte concreto porque les gusta y porque en muchos casos no tienen muchas más alternativas. Una vez iniciados en un deporte, muchos chicos no abandonan este deporte porque tienen unas cualidades que no poseen los chicos que se adentran en ese deporte después que ellos. Esto, a su vez propicia que estos chicos jueguen de titulares y se sientan valorados dentro del grupo.

    A los 13-14 años la práctica de un deporte se va convirtiendo en algo más serio, ya que se exige puntualidad en los entrenamientos, se  trabajaba bastante la táctica, la condición física, etc.

    Además, la figura del monitor deportivo se va convirtiendo poco a poco en la de entrenador que empieza a distinguir entre titulares o suplentes y llama la atención a los alumnos cuando algo no se hace como él quiere. Todo esto provoca, que algunos alumnos ( los que juegan menos ), se cambien a otro deporte.

    Por otro lado, en esta misma etapa las clases de Educación Física en muchos casos se centran en la práctica de unos deportes determinados. En algunos centros el objetivo principal del profesor de Educación Física, es “sacar” un buen equipo en algún deporte. En este ámbito también comiezan a diferenciarse los buenos de los malos o regulares, incluso el profesor aconseja a los alumnos menos dotados cambiarse a otro deporte.