Son muchos los casos de agresiones verbales de padres hacia los árbitros en el transcurso de las competiciones en las que sus hijos participaban.
Para los progenitores sería importante concebir, sobretodo en el deporte base, éste como un medio para el disfrute de sus hijos, y no como un escaparate hacia algo mayor.
No solo, por el respeto que se exige hacia el profesional que se encarga de mediar en los encuentros, sino también por el que se le debe a los demás padres y aficionados, a los responsables de los equipos y sobretodo por el ejemplo que da a los niños y en especial a sus hijos.
Una actitud relajada sería mucho más interesante para los padres, ya que les permitiría además de disfrutar de un buen espectáculo, mejorar la salud física y mental.
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